2 de septiembre de 2014

Del famoso #Icebucketchallenge a lo que se esconde detrás de la ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA (E.L.A)


Durante todo el verano hemos visto vídeos de famosos y de personas anónimas echándose cubos de agua helada por la cabeza siguiendo la iniciativa: #Icebucketchallenge (desafío del cubo de hielo). Han sido muchas las críticas que ha recibido esta campaña ya que en algunos países como España, se ha convertido más en una moda que una fuente de donativos. No hay que olvidar que esta idea surgió como medio para acercar a las personas a una enfermedad que cada año se cobra a muchas víctimas pero de la que se sabe muy poco, de ahí la importancia de conseguir fondos para seguir investigando. Porque la investigación no es gratis y porque de ella depende la vida de muchas personas.

Si nos ponemos en la piel de una persona a la que se diagnostica de esta enfermedad,  podemos comprender el por qué  del cubo de agua helada. Y es porque la reacción humana ante este tipo de noticias es el shock, quedarse helado, bloquearse y no sólo por el antes y el después en su vida sino porque el afectado sabe que comienza un viaje con un destino incierto y en el que perderá por el camino gran parte de lo que le define, de sí mismo.

¿Pero qué es la E.L.A?

Es una enfermedad neurodegenerativa en la cual se produce un importante deterioro de las células nerviosas que permiten que podamos andar, respirar, tragar, hablar… La esperanza de vida tras el diagnóstico suele ser de 3 a 10 años, siendo la calidad de vida muy pobre debido al intenso deterioro. Y si esto no fuera poco, el paciente es consciente de todo lo que ocurre ya que la capacidad cognitiva (memoria, pensamiento…) permanece intacta. Y aunque en algunos casos tiene una base hereditaria, nadie está libre de padecerla.

Y no sólo es lo físico ya que a nivel emocional son muchos los cambios que se producen. Podemos imaginar la cantidad de estados emocionales diferentes por los que puede pasar una persona con E.L.A desde la rabia, tristeza, incertidumbre… Pero quizás lo más cruel de la enfermedad es que el deterioro es tan rápido, que no permite que la persona acepte o asimile que ha perdido alguna capacidad de modo que el sufrimiento y la desesperanza es aún mayor.

Son muchos los especialistas (neurólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, cuidadores, rehabilitadores, psicólogos…) que intentan que la vida de estas personas sea lo más digna y fácil posible. Pero aunque esto es importantísimo, aún se necesita más. Se necesita saber el origen de la enfermedad y una cura, se necesita investigar más.

Todos podemos ayudar a combatir enfermedades como esta. Y aunque el dinero es importante, cualquier ayuda es bien recibida (voluntariado, donación de ayudas técnicas…)

“He notado que aun la gente que dice que todo está predestinado y que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle”
Stephen Hawking (Enfermo de E.L.A)


Paula Gordillo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario